Anoche se presento un ser de gran estatura, su cuerpo emanaba una luz de color azul intenso, vibrante. Su mano izquierda sostenía una espada gigantesca.
Con amor profundo, infinito e incomprensible dijo:
-“He marchado 35,000 años para encontrarte”. Se acerco y beso la palma de mis manos, el dorso, después mi frente y cada una de mis mejillas.
No entiendo los porqués pero todo mi ser “supo” que aquello era verdad.
Desperté llorando como una niña.
Con amor profundo, infinito e incomprensible dijo:
-“He marchado 35,000 años para encontrarte”. Se acerco y beso la palma de mis manos, el dorso, después mi frente y cada una de mis mejillas.
No entiendo los porqués pero todo mi ser “supo” que aquello era verdad.
Desperté llorando como una niña.