viernes

Piel de barro

Te desnudaste y te echaste boca abajo sobre la cama. Tu piel era oscura, sin una sola marca, brillante. Me monte sobre tus caderas y tome tu cintura con ambas manos
-Que bonita envoltura la tuya, pareces de barro
Dicho esto me pegue a tu espalda y me acerque a tu oído:
-Estás como para contemplarte
Giraste el cuello y me miraste por el rabillo del ojo ligeramente sonrojada.
Te bese pensando: Como para quedársela…

(pero como dice la Sra. Ángeles: si ni los perros son de uno…)

jueves

Adanes

Tomaste mi teléfono para guardar tu número, sonreí cínica
-¿Y aun tienes a tus mujeres guardadas con nombres falsos?
Me marcaste confirmando cada digito, en la pantalla parpadeo: Ilusionista
-Pensé que no lo tenías… ¿Por qué ilusionista?
-El ilusionista es aquel, que hace parecer real, algo que es imposible…

miércoles

Principio de incertidumbre

La pregunta es: ¿Qué demonios hago yo, soñando con el gato de Schrödinger?

Aunque debo aceptar, que es encantador como los links se van hilvanando después de un sueño lucido.

He aquí un regalito:

En mecánica cuántica, se denomina suicidio cuántico a un experimento imaginario propuesto de manera independiente por Hans Moravec y Bruno Marchal, y desarrollado por Max Tegmark en 1998.

El experimento trata de distinguir entre la interpretación de Copenhague y la teoría de los universos múltiples de Hugh Everett a través de una variación del experimento del gato de Schrödinger, consistente en mirar este último desde el punto de vista del gato.

El experimento supone un hombre sentado con un arma que apunta hacia su cabeza. El arma es manipulada por una máquina que mide la rotación de una partícula subatómica. Cada vez que el hombre apriete en gatillo el arma se disparará dependiendo del sentido de la rotación de la partícula: Si gira en sentido horario el arma dispara, en sentido contrario no lo hace.

Según la interpretación de Copenhague, con cada ejecución del experimento existe un 50 % de posibilidad de que el arma sea disparada y el hombre muera: eventualmente el experimentador morirá. La teoría de los universos múltiples, por su parte, plantea que cada ejecución del experimento divide el universo en dos: uno en que el hombre vive y otro mundo en que muere. Después de muchas series de la prueba, habrá muchos universos. En todos ellos menos en uno el hombre dejará de existir, pero siempre habrá un universo donde siga existiendo. Desde el punto de vista del hombre, por mucho que gatille el arma esta nunca se disparará, toda vez que su conciencia seguirá existiendo en muchos de los universos. Esto último es lo que se denomina inmortalidad cuántica.

gracias a Wikipedia.